Los componentes responsables de los efectos sobre la función cognitiva son bacósidos A y B. Se cree que el mecanismo de acción está relacionado con su capacidad para aumentar la transmisión de los impulsos nerviosos. Los bacósidos también ayudan en la reparación de las neuronas dañadas por el aumento de actividad de la quinasa, la síntesis neuronal, la restauración de la actividad sináptica, y, por último, la transmisión de los impulsos nerviosos. También son relevantes las propiedades ansiolíticas y adaptogénicas de la Bacopa, a través de la capacidad para reducir los niveles de corticosteronas como el cortisol, una hormona inducida por el estrés.